En la Antigüedad, el mito fue una forma de expresión previa a la literatura. La mitología siempre se configuró como un cimiento para la inspiración de escritores y sería prácticamente imposible hallar un género literario en las letras griegas y latinas que no apoye sus raíces en esta. Siguiendo la tradición del mundo antiguo, las literaturas europeas posteriores se han impregnado de aquella mitología y muchos temas de la literatura contemporánea han sido cedidos por la literatura que nos ha llegado de Grecia y Roma. Por otro lado, el principal y más obvio uso que se le puede dar al mito en una creación literaria es el de base argumental de esta: una narración mitológica determinada puede ser reescrita de nuevo y recreada, aunque se le añadan o supriman determinados elementos al relato o bien este se adecue o reinvente para adaptarlo al contexto en el que se encuentra el autor1.
La tendencia de utilizar la mitología en la literatura puede explicarse gracias al conocimiento popular de que el mito exhibe una historia cuyo argumento ha acontecido, teóricamente, en un tiempo antiguo, muy anterior a nosotros. Justamente por esta razón podría considerarse que las narraciones mitológicas son el origen de las expresiones artísticas que han sido expresadas por los humanos en la escritura. Por consiguiente, las preguntas o explicaciones planteadas en los mitos tienen la capacidad de ser modernizados o reescritos a través de eras, culturas y civilizaciones2. Ejemplo de esto pueden ser libros como La canción de Aquiles de Madeline Miller, la trilogía El secreto del Cíclope de Nando López o Los dioses también aman de David Calvo.
Es precisamente en esta última obra de 2015 en la que nos detenemos para ver la reinterpretación que el autor da a la historia de Psique y Eros, representada en el libro mediante sus protagonistas: Alma y Cupido (contraparte latina de Eros). Alma es una adolescente como cualquier otra de su edad. Un día, en un evento, conoce a un misterioso chico que se presenta como Álvaro y desde el primer momento en que le ve, este no abandona su mente. Lo que ella no sabe es que él resulta ser el mismísimo dios Cupido, que harto de vivir entre los dioses, decide conocer la vida de los humanos y acaba enamorado de una de ellos. Sin embargo, los padres de él, Venus y Marte, no ven con buenos ojos que las divinidades se mezclen con los humanos y tratan de separarlos3.

En su Diccionario de mitología griega y romana, Pierre Grimal nos cuenta que Psique tenía dos hermanas y todas ellas eran hermosísimas. A pesar de esto, mientras que sus hermanas habían sido pedidas en matrimonio, Psique aun no había conseguido pretendiente. Desesperado, su padre la abandonó en una roca, donde, según un oráculo, un temible monstruo había de tomarla como posesión. Una vez allí, se sintió arrastrada por el viento hasta un profundo valle. Tiempo más tarde, Psique notó la presencia de alguien: era el monstruo que el oráculo había mencionado. Ella no pudo verlo y su nuevo marido no le reveló su identidad, advirtiéndola de que si alguna vez lo veía, no podrían permanecer juntos. Una noche, aconsejada por sus hermanas y presa de la curiosidad, Psique empleó una lámpara para iluminar el rostro de su esposo mientras este dormía y verle. Entonces se le reveló a su lado un apuesto muchacho. Sorprendida por el hallazgo, salpicó un poco de aceite de la lámpara sobre él y, al notarlo, Eros despertó. Fiel a su advertencia, escapó de inmediato. Al encontrarse desprotegida, Psique fue hostigada y torturada por Afrodita. Entre tanto, destrozado por no poder olvidarla, Eros imploró a Zeus su consentimiento para casarse con una mortal. Zeus se compadeció de él, le consintió su deseo y Psique y Eros pudieron permanecer juntos4.
En Los dioses también aman, como es lógico, la historia no se desarrolla del mismo modo ni tiene el mismo final, pero la esencia de la narración sigue siendo la misma (o muy parecida) que la del mito. Además, nos encontramos con una historia en la que cualquier adolescente de la actualidad podría verse reflejado. Partiendo de este ejemplo, podemos confirmar que la tendencia de reescribir los mitos y los temas míticos a lo largo de la trayectoria literaria de las distintas épocas, pone de manifiesto la capacidad de los humanos para verse reflejados en la mitología y lo atraídos que se sienten en toda época de narrar sus historias y experiencias en forma de mito, pues en estos se encuentra contestación a interrogantes que se han trasmitido desde hace numerosas generaciones.
En este sentido, cabe recordar que el padre de la teoría de la recepción, Hans-Robert Jauss, en su obra Pour une herméneutique littéraire5, entiende la narración literaria de la mitología como una conversación entre sus diferentes actualizaciones que van modelando durante su trayectoria una nueva solución con cada nueva propuesta. Esta propuesta tiene la capacidad de encajar en una nueva percepción que podría llegar a ser reinterpretada una vez más en obras posteriores. Para concluir, podemos estar de acuerdo en que la reinterpretación realizada por los autores que se inspiran o utilizan estos mitos, introduciendo sus enseñanzas e interrogantes en sintonía con el contexto en el que se encuentran, permite dar nuevas respuestas acordes al marco espacio-temporal de su narrador6.
Notas
1 Cristóbal López, Vicente, «Mitología clásica en la literatura española: consideraciones generales y bibliografía», Cuadernos de filología clásica: Estudios latinos, 18, 2000, págs. 29-76.
2 Herrero Cecilia, Juan, «El mito como intertexto: la reescritura de los mitos en las obras literarias», Çédille: Revista de Estudios Franceses, 2, 2006, págs. 58-76.
3 Calvo, David, Los dioses también aman, Barcelona, Ediciones Martínez Roca, 2015.
4 Grimal, Pierre, Diccionario de mitología griega y romana, Barcelona, Paidós, 1981, sub. voce ‘Psique’.
5 Jauss, Hans-Robert, Pour une herméneutique littéraire (traducción por Maurice Jacob), París, Bibliothèque des idées, 1988.
6 Herrero Cecilia, Juan, op. cit.
Per citar aquesta entrada: Cambra Rodríguez, Concha, «La mitología en la literatura: rescribiendo el pasado», TriRec, https://trirec.blogs.uv.es/psique, 11/1/2023 [Data de consulta].
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